25 feb 2002

Cotidiana

—Él imagina que el metro frena de repente y la inercia me arroja a sus brazos. —Continúa mirándolo—. El cree que pienso que es fuerte, protector, cariñoso; y que fantaseo: "Nos casaremos en una hermosa capilla, iremos de luna de miel a la Riviera Maya y tendremos cuatro hermosos bebés." —Cierra los ojos—... ¡Mhhh!, me sostiene con firmeza y yo le sonrío...

—"Siempre le seré fiel. Cuando envejezcamos, daremos juntos la vuelta al mundo." —Evita sus ojos—. Imagina que la sostengo contra mi pecho... ¡Pfff!

El convoy arriba a la terminal. Ella se dirige a la puerta.

—Gracias —quisiera que le dijera. ¡¡Imbécil!!

—Por nada —sueña mi respuesta. ¡¡Estúpida!!

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