Cuando Yahvé planteó el Diluvio, escogió a los más virtuosos e indicó la madera, las dimensiones y la técnica para que cada uno construyera su arca.
De día se estaban dentro, muy quietecitos. De noche salían de sus ataúdes a ver que encontraban: algún sobreviviente agarrado de un cadáver hinchado o de algún tronco podrido.
7 oct 2011
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