9 nov 2011

Mirón

Desde la calle, él la observa al trasluz de la cortina, ve cómo se quita el abrigo, los zapatos y el vestido… Cuando queda desnuda por completo parece flotar entre los vapores del alumbrado público, se dirige a la ventana y se arroja desde el segundo piso. Él alcanza a recibirla pero ella termina de disolverse entre sus brazos.

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